Rojo el color del fuego que atesoras
Gema de brillos de maduro encanto,
Flor de gráciles frutos, dulce canto
Del perfume otoñal que rememoras.
Feliz ensueño en las tranquilas horas
Y remedio eficaz en las de llanto,
Cuando cobijo ofreces con tu manto
A aquellos que consuelas y enamoras.
Compañero de gozos y alegrías,
Compañero también de adversidades
De dulces noches y de amargos días.
Tu sangre vegetal dice verdades
Y susurra al oído melodías
Que evocan el Cantar de los Cantares.
Fernando Álvarez Balbuena
Julio de 2012